lunes, 7 de octubre de 2019

Presentación del personaje del cuento "Detective de artificio".



León Javier Betancourt Espinoza fue durante largos años un estafador profesional, pero nada convencional. Sus estafas consistían en robarle a la gente a través de métodos muy sofisticados e ingeniosos. Montaba una historia falsa, embaucaba a sus víctimas con la mayor sutileza y genialidad del mundo y les robaba con mucha diplomacia. Se podía decir que hacía operativos de simulacro a los efectos de estafar a las personas.
Pero cierto día algo salió mal y lo detuvieron. Estuvo preso veintiún años, tiempo en el que observó y aprendió cómo se manejaba la Justicia. Y cómo la Justicia nunca resuelve todo por completo. Aprendió de leyes y de estrategias legales. Y tras salir de prisión, decidió fusionar sus viejas artimañas con sus conocimientos legales y se instauró como investigador privado para resolver todo tipo de casos delictuales y no delictuales: infidelidades, personas desaparecidas, robos y personas que quieren reencontrarse con otras, fundamentalmente. Pero la profesión lo llevó a experimentar situaciones de mayor envergadura que requieren de una solución digna e inmediata como las que León Betancourt puede ofrecer, abriendo así la posibilidad de encargarse de otros tipos de casos más serios y complejos. Ahí donde la ley no llega, está él.

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